Escrito el 25 de julio del 2017
Estar en estado Slupy es llorar al recordar
una parte de mi que no está
en una melodía caída que taladra mi presente.
Porque mi cara opaca y se estabiliza en
una gris seriedad en el alma púrpura de la tristeza
cuando me empujan a vestirme en dicha
frente a la cara de los invitados,
cuando es ajeno el premio del esfuerzo,
cuando luce grata la satisfacción de reposar en la loza donde
ahora sudo e imploro.
He de soltar la teta de la ternura irreparable
que esconde mi miedo.
Dentro de mi alguien duerme mi noción a la realidad.
¿Quién se ha robado mi cisne?
La que escribe, la que escribe
Lo que en su pérdida de memoria selectiva sabe,
¿Acaso es ahora tarde?
Hole in my soul, hole in my soul.
Quiero dormir un año,
olvidarme quién soy, quién fuí,
reaparecer fortificada en mi creencia y en mi identificación,
en mi ser más profundo para dentro, para afuera,
con mi ser inquebrantable, vacilante, fuerte, imperfecto
que sube y vuelve hablar de lo aprendido.
