viernes, 11 de enero de 2019

Y si?



Y sí se escribe solito un capítulo de esta película?
Y si el destino me toma de la mano y me abraza para no soltarme?
Y si me pierdo en tus ojos?
Y si aprendes a ver mi corazón?
Y si me aferro al sí, sin escuchar a nadie.
Y si acaricias mis alas?
Y si te hago una canción?
Y si descubro que me esperas detrás de la última puerta?
Y si descubres que era yo, lo que faltaba en tu vida?

Y si todo esto es cierto? 

lunes, 10 de septiembre de 2018

DES-ENCUENTROS


Eterno desencuentro de los fantasmas de esta historia.
Eterno encuentro del silencio.
Quebrado mil veces, reconstruido para cantar palabras rotas.
Un trato duro, necesariamente duro.
Mientras de noche los silencios gritan
y la herida se dispone a explotar.

No oigo tu canto, pero sé que gritas.
Y ahora es tarde y ahora yo no estoy ahí.
Ahora estás solo disfrutando de tu corazón iluminado
por tanta oscuridad.
Meditando en arreglar el consecutivo fiasco de una vida paralela que nunca existirá.
Los días son lentos como el registro que tengo sobre tu cuerpo.
Como el registro que tengo sobre tus desabridos ojos sobre los míos.
El fuego que selló tu alma.
Tus primeros palpares del amor
perdiéndose en la silueta de un juego que iba de mayor a menor.
De esencial al mero saborear efusivo que no arreglaba nada más que estrés.

Adiós columpios, adiós ansiosa ventana, adiós autobús rojo,
Adiós parque y domingo en Miraflores.
Nos encaminamos a desintegrar nuestro camino.
A recordar el día en el corrí a tus brazos y tú me sorprendiste con tu espalda.
Salí corriendo, y lo que abrazas ahora no es más que mi sombra
y la lección en una hoja en blanco
que sólo podrás ver cuándo limpies tu corazón, es decir
cuando en tus ojos floten colores y texturas
que atrapen la magia de un momento detenido por el tiempo.
Cuando cada caricia sea la danza de un poema sobre una mejilla.
Cuando hagas durar tus mentiras, reafirmando que siempre es nunca. Y que nunca te rendirás.
Y esperes horas de horas en una noche gélida hasta tener la incertidumbre
del destino de tu dignidad sin inflar tanto el pecho.
Cuando cedas tu poder por amor. Cuando ablandes y vulneres tu control.
Cuando dejes de hablar por celular al ver la mujer de tu vida llegar.
Cuando hayas entregado todo, pese a no haber recibido lo mismo.
Cuando finalmente entiendas y estés seguro que no habrán más desencuentros.

Esta vez... no volteé más.
Un grito fue el final.
Un grito fue la señal más mortal
de que la puerta que una vez se abrió
se había cerrado para siempre.

sábado, 2 de junio de 2018

Yendo y viniendo / De grietas a luz


¿Qué se siente cuándo un poeta está a punto de escribir
uno de esos poemas catárticos,
vitalmente necesarios, sutilmente amargos?
Sentirse como Forrest Gump versión mujer, corriendo sobre una bicicleta,
un sábado por la noche
¿Qué se siente ser Forrest Gump, templando por la noche,
repitiéndose que esta vez no pasará, no pasará?
Surcando el viento a contracorriente, con las manos heladas en el timón.
Yendo y viniendo de ti hacía mis pedazos rotos de luz
que encienden auras
que toman aire de cuando en cuando para hablar fuerte,
que no se cansan de esperar afuera de lujosos salones
donde señores sentados en sillones conversan de negocios,
que reflexiona y se pierde contemplando los remolinos de su alma
y de decisiones osciladamente contrarias.
Ir y venir, de presa a ejemplo
de distante a mutante
De Frozen a Valiente.
No recuerdo cómo aprendí a regresar al punto de partida
borrando las líneas que yo misma había trazado.
No sé cómo ni por qué.
Llorando y riéndome de las mismas líneas.
Querré decir de las mismas grietas (doradas)
Complaciendo a los testigos
inconciente para que no vean mi rastro.
Yendo y viniendo del recuerdo del aire
a la inspección de quien me mira por los hombros.
Otro día más, pasaré por calle Las Palmeras
diciendo que tengo un Sol en el bolsillo
O un sol radiante en la mochila.
Sueños que son globos frágilmente sostenidos
como antorcha invisible y silenciosa
que fabrica gasolina desde las sombras
de lo que empiezo a aprender,
de lo que empiezo a entender
que comienzo a ser.
Agridulce herida que es tocada por ásperas manos
que nunca abrieron la cortina del amor.
Mi idioma de doble generación se desgasta
y ya me cansé de reciclar océanos finitos.
Y de bautizar cualquier conclusión irónica
con apellidos de diferentes países.
Quedo a la espera de la recomendación de dieta emocional urgente
que mi sangre firmará
hasta ver levitar mi espíritu día y noche, noche y día
hasta no tener más que recordar
que de la misma grieta, sale la luz.



lunes, 9 de abril de 2018

Viril trato descortonto

nudo en la garganta a punto de explotar.
tu manera anticaballera de señalar sin verguenza
la supuesta gravedad de mi equivocación,
encendió la voz veroz de mi volcán
y sólo pude gritar todas verdades
que me habían costado decir las veces
que jugábamos acariciárnos
hasta vernos intentando apagar un incendio.
-ya no tuve más miedo-
me fui perdiéndo un pedazo de amor
y mientras me iba         
                                y se desvanecía
aquel pálpito huracanado que empezaba afilar
amenazas azules,
iba también recuperando mis alas.


A los caballeros sin armadura que perdieron algo más que el orgullo.





viernes, 6 de abril de 2018

TORPE (corazón inmortal)





Tanta vaina.
¿Acaso no puedes sumar
17 + 21?
¿77? ¿79? ¿75?
Tomas todo tan literal, tan faltalmente en serio.
Cargas la caja de basura y se te cae.
"Si fueras inteligente serías amiga de mis amigos".
Hablas tropezándote, como si te asfixiaras del mismo aire.
"Cada uno tiene sus habilidades".
Tu aprendiste a nadar porque el aire quería que aprendas algo.
Si te demoras una eternidad en acabar lo pendiente sin distracción,
será probablemente una bendición para tu invisible destreza.
(Un punto más para el brillo de tu torpeza)
¿Será que tal vez algunos nos colocan tan al revés la jugada?
Tienes el QI disparado.
Repite que no escucho.
Otra vez, por favor.
Te perturbaste con el imaginario de las piedras sobre ti.
Lo haces tan seguido...
Como si pronosticarás la caída de un lapicero. Y ya viste su final, anticipadamente.
Huyes.
Entierras todo menos tu miedo.
Puño intolerante, corazón segregando furia endemoniada,
quieres tomar venzanga de tu desigual justicia.
Tú no eres yo.
Tú eres el otro.
Dijiste: "Voy a ahogar la próxima voz que me diga
que hasta un niño de 5 años lo entiende".
Quieres vomitar los residuos de esas muñecas mal curadas.
Nadie y todos. Y sigue siendo Nadie y todos.
Y tu felicidad es todo lo contrario a este poema.
Lloras, te escondes. Me tienes harta con tu depresión.
¿Cómo sabes si duermo o si simplemente estoy soñando?
Nadie sabe que tu piel es el camino de los ríos que nos cuestan olvidar.
¿Hasta cuándo aguatarás el peso del gesto rendido
para que te den asiento?
¿Para qué tanto dulce si te vas a avinagrar?
Deja la mierda en paz y vete a dormir
corazón inmortal.



viernes, 23 de marzo de 2018

Testimonio sobre una sensación de sanidad (a través de un sueño)


Yo tenía fe, aun cuando dije:
"¡Es muy grande mi aflicción!"
Era tal mi desesperación, que exclamé:
"¡No hay nadie digno de confianza!"

"¿Con qué voy a pagarle al Señor
tantas bendiciones que de él he recibido?"

Salmo 116; 10 - 12

“No se ve… Pero siento que hay en mí algo que está cambiando”.
Julieta Venegas.

La noche anterior había llorado y de rodillas había orado al Señor. Una vez más le había pedido que me conceda la paz que necesitaba ante mis ataques cotidianos de desesperación. Casi resignada, le dije: “Ya sé que no dirás nada otra vez...A veces no sé por qué sigo orando, si nunca pasa nada”. Y me fui a dormir cansada de estar tan cansada.

En mi sueño, me vi en un lugar lejano, como si fuera otro país. Ahí estaba mi hermana y un médico. Yo estaba en una cama con una bata de paciente. De pronto, abro los ojos y parece que notan que me despierto. El médico me dice: “Te tenemos que hacer una intervención a la cabeza”. Y me explico, como una metáfora que, atrás de mi cabeza, en la parte inferior, había dos cables que se habían desunido, y que la intervención sería únicamente para juntar esos dos cables. Me dijo incluso, que podía estar despierta, y yo tan nerviosa dije: “Noo! Prefiero que me duerman (tomar anestesia), por favor, así no siento nada".

Para apoyar la causa, mi hermana se me acercó y dijo: ¿Acaso no quieres estar sana y tranquila? Ya pues, entonces pon de tu parte”. Entre conversaciones y discusiones entre si me operaban o no, o si tomaba la pastilla o no, no sé en qué momento me desvanecí como si me fuera a dormir, y todo se apagó.

Cuando me levanté, aún dentro del sueño, el médico y mi hermana dijeron: “Ya ves, listo. ¿Cómo te sientes?” Y me sentía relajada y algo adormecida. Sentía armonía en mi interior, más coherencia, más tranquilidad… Luego escuché algo que nunca me voy a olvidar. Mientras se alejaba, el médico dijo: 
“Yo sólo cumplo órdenes”. Dentro de mi sueño quería llorar porque no dude que era nada menos que Dios quien estaba detrás de todo, trabajando dentro de mí. Señalándome ,  través de ese sueño, que Él estaba dentro de mí para tranquilizar mi mente. No recuerdo como acabó el sueño o si ese fue su final. Pero cuando ya abrí mis ojos para levantarme, la sensación de adormecimiento estaba conmigo aún despierta! Como si me hubieran operado de verdad muy sutilmente! Me sentía mucho más serena, mucho más tranquila. Agradecí a Dios por lo que había hecho. Me puse a alabar, y a decirle cariñosamente y desde lo más profundo de mi alama, lo agradecida que estaba por su infinito amor.

sábado, 10 de marzo de 2018

VIDEO: Realidad de los bomberos en el Perú


REPORTAJE.

Uniformes gastados, falta de presupuesto, máquinas que no sirven, pases al retiro, etc.  Son más de cinco años que los bomberos del  Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Perú no reciben uniformes nuevos.

Este año los tendrán gracias a la donación que realizó la iglesia cristiana Camino de Vida. No te pierdas este informe sobre la situación en la que sirven de los bomberos voluntarios del Perú, realizado por el canal digital Buenavibra Noticias.



martes, 20 de febrero de 2018

DUDARIO DEL INOCENTE DESCUBRIMIENTO DE LA INFAMIA INMORAL DE UNA PINGüINA ENAMORADA

Porque así pingüina no temo a levantar mi mano
y declararme señorita que se pierde en su sueño y se hace llamar hija de Dios.
Las lecciones se me salieron por el otro oído
y alcé mis hombros hinchándome de risa
hasta que tropecé y conocí el sabor del error,
del rabo entre las piernas
sin poder mirar de frente a mi familia.

Aprendí desde donde no debo ir.
Aprendí desde llevar un arañazo de vergüenza en la cara.
Aprendí desde la cicatriz del juego adelantado.
Del exacerbado consumo del propio veneno del aniquilamiento,
Desde los falsos cerebros y viles maestros que me hicieron conocer
los límites de mi temeridad y mi fuerza.
Ahora tengo una dualidad dubitativa.
Meditabunda, vagabunda en sus constantes trabajos por la integración.
Mi yin-yang no es inmóvil, cambia de sitio por su propia inseguridad.
No puede quedarse quieto. Es rebelde, anda sin correa, 
tiene la falda muy chiquita.
Rompe todas las incoherencias para sorprenderse del payaso que es.

Y ahora me encuentro tomando un carro que me llevará a ver a mi amor.
El día se hace noche y yo miro mi celular:  su foto y mi foto.
Nuestro anhelado encuentro.
De pronto recuerdo las palabras de mi madre en tono de advertencia (de sentencia)
"Tú puedes pensar eso, pero ellos no piensan así".
La saliva estruendosa de quien descubre que no sabía que parecía lo que no era.
Y nuevamente el martirio mental entre lo que es mejor
viene a ponerme la espada en la garganta.
¿Mi felicidad o la felicidad de los que “desean” mi felicidad?
Los diablos viejos, sabios que saben lo que es amar.
Posiblemente anhelando el cierre de un final feliz en segundas o terceras generaciones,
como resarcimiento de una historia marchitada.

Ay, yo solo sé que quiero verlo, bajar de este bus, y encontrarnos en un abrazo.
Yo solo sé que ando perdida, ando que me encuentro, y no sé  hasta donde he llegado,
ni en qué etapa de mi espiritualidad, de mi maduración en el fruto del amor,
o de mi sanidad total me encuentro.
Y a veces siento que mi estima se rebalsa mucho por todo lo que engloba mi no-yo.
Mi no-yo tiene más que mi yo-yo.
Y esto no es un juego, esto es algo serio.
(siempre me tomé el juego muy enserio)
Pucha, ¿así quién me va a creer?
Si hablo y las otras dos aún no han acabado su conversación.
Un clavo salido. Ni salido, ni entrado, es un clavo indefinido.
Brutalmente indefinido.
Emisor con cables fracasados… (¡qué esperas! ¡reaviva tu voz!
 - exclama el ángel de la conciencia)

En el fondo yo quiero estar tranquila,
que mis límites finalmente cierren la puerta despacio, de manera serena y tenaz.
Mi sitio, es el lugar que yo misma creo.
Mi asiento imaginario es la constancia de la certeza de mi corazón: estas letras.
Estas imperfectas letras que aprendieron desde la ausencia y la necesidad.
Desde el juego de la hibridez desorientada y el ofuscamiento impreciso
como el placebo del aire inventado
en circunstancias urgentes de asfixia
hasta que pase el tembloroso síntoma del suspenso vital.



Pájara duerme

Siento que he sufrido suficiente que ya no puedo ir más abajo.  He vuelto a tocar fondo.  Voy de arriba a bajo y no estoy en ningún lado.  S...