Tommy, historia de un escultor al que sus lágrimas le regalaban la creación de su nueva obra


Tommy era un humilde obrero, aunque renegón,
Hacía las cosas con mucho empeño y corazón.
Instantes antes de que acabara la escultura en la que trabajaba
Sebastián, hijo del patrón, venía a destrozar la obra del arte que amaba.
Indiferente a las bofetadas de sus actos,
Sabía que su increíble ingenio llegaba hasta lo más alto.
Algo que en el fondo admiraba.
Reía con tono de burla y planeaba
Estrategias para estropear este nuevo trabajo que hacía.
Al escuchar los pasos del patrón, el obrero saltaba y daba retoques con gracia a
Las tareas asignadas, entre ellas la hermosa escultura, ahora hecha añicos por las manos de Sebastían.
Sin escuchar explicaciones o disculpas, este hombre culpaba a Tommy mientras sus lágrimas caían.
Tardó en reaccionar, y con su llanto y sus argumentos, huyó por el desastre que se le había atribuido.
Otra vez, el patrón castigó al buen obrero mientras su hijo erguido
Reía a carcajadas por el humillante acto de injusticia y amargura.
Y mientras las lágrimas de Tommy caían iban formando la silueta de su próxima escultura.

POEMA: "DE TIN MARIN DE DO PINGUE"

  Stephany Calderón · POEMA "De Tin Marin De Do Pingüe"